Manhattan (1979), Woody Allen

Notas

    Caía la noche en el cielo de Manhattan y sus vísceras empezaban a prenderse de llamas artificiales en el apartamento de Isaac Davis, un escritor cómico de televisión. Sus espacios se mostraban desnudos, habitados por lo esencial y cuya piel parecía desprender ese aroma tan particular que las historias de papel han ido acumulando con el uso y el paso del tiempo: una (in)materialidad que, con cierta timidez y sigilo, pretendía arrancar la falsedad contenedora y exhibicionista del consumismo social de la época. Así, montones y montones de libros se acumulaban perimetralmente apuntalando sus paredes y custodiando la escasa luz que la noche manhattariana alcanzaba a arrojar al interior.

  A su vez, la escena parecía callada, como queriéndole ceder a sus habitantes el sonido existencial de sus habitáculos internos:

    Isaac Davis, recorría en sentido descendente – y custodiado por una luz difusa – la verticalidad del espacio: fingiéndose ser una extensión del dinamismo frenético de su querida ciudad. De esta forma, despojamos de sus entrañas el deambular vital de una sociedad hedonista y fragmentada que nutre su interioridad a través de lo dionisiaco y pasajero. Y con él, las inseguridades e incertezas de la época se deslizan también por los peldaños de aquella ágil escalera de caracol de carácter industrial.

    Simultáneamente, y confrontando el espacio-existencial de Isaac, nos topamos con lo apolíneo:  la joven amante de 17 años, Tracy, que yace resguardada bajo el preciso foco de un flexo de pie, acentúa la horizontalidad másica de su reposo y la solidez de unos principios que consiguen rehuir el desgarramiento individualista de la sociedad envolvente.

    Nos encontramos, por tanto, con una inmaterialidad que domina el espacio-temporal y que conocemos como Stimmung: un concepto alemán que nos permite engranar la atmosferización escenográfica y la interioridad emocional de sus protagonistas, que es antagónica. De esta forma, develamos que el propio espacio tangible no es más que una radiografía de las invisibilidades internas de Isaac y Tracy respectivamente.

Fotograma de la película

(Micro)Ensayo para la asignatura de Imagen y Arte en el Diseño, impartida por María Bocos.